Pablo González nunca debió estar detenido. No es espía sino periodista. Hoy, 28 de mayo, se cumplen tres mesesde su detención y con eso el plazo normal de una prisión provisional en Polonia. Sin embargo la (in)justicia polaca ha dado una ampliación de tres meses más a la detención. Es necesaria la presión internacional para conseguir su libertad.  

Reproducimos un comunicado que está siendo firmado por organizaciones y personas de todo el mundo, no solo de Europa, por la libertad de Pablo González. Invitamos a todos los que están por la democracia a enviar su firma a  libertadpablogonzalez@gmail.com. Por cierto ya colocamos la nuestra.

Pablo González es un periodista español con nacionalidad rusa. Se encuentra privado de libertad en Polonia desde el pasado 28 de febrero.

Pablo está acusado de espionaje, y mientras espera la celebración de un juicio, el tribunal regional de Rzszów ha declarado su prisión provisional.

Según la legislación polaca, la prisión provisional no podría extenderse más allá del 28 de mayo. Sin embargo la fiscalía tiene la posibilidad de solicitar -en un plazo máximo de 14 días antes que se llegue a esta fecha- la prorroga de esta situación.

La primera detención de Pablo se llevó a cabo sin permitirle contar con un abogado, se estableció su incomunicación absoluta y su familia desconocia cómo se encontraba.

En estos momentos Pablo cuenta con un abogado y con posibilidad de comunicación por vía telefónica. Sin embargo, su familia no ha podido tener comunicación con él desde que fue detenido. 

Las cartas que envían a Pablo no llegan. Únicamente han podido enviarle mensajes en dos ocasiones a través del Cónsul español en Varsovia.

Pablo se enfrenta a un juicio en el que la acusación contra él por delito de espionaje puede conllevar 10 años de prisión. Hasta el momento no ha trascendido la existencia de ninguna prueba que justifique esta acusación contra el periodista.

Su nombre aparecía en una lista donde se señalaba a periodistas y comunicadores que habrían cubierto la actualidad en la región de Donbáss a raíz del golpe de Estado del Euromaidán. Se le consideraba "pro ruso" por haber informado los hechos desde el terreno.

Los firmantes exigimos la inmediata libertad de Pablo, su regreso a España y que prime el principio de presunción de inocencia fundamental en una Democracia.

Apelamos a las instituciones europeas, así como a las organizaciones de periodista en defensa de nuestro compañero que, sin que existan pruebas que señalen a las graves acusaciones contra él realizadas, habría sido señalado por ejercer la profesión garantizando el acceso de información a la ciudadanía.

Alertamos del triunfo que sufre la libertad de expresión en estos momentos. Asi como la dificultad de periodistas, especialmente los independientes, para poder garantizar una información libre. Exigimos protección por parte de las instituciones tanto europeas como españolas ante los ataques diarios que reciben los profesionales de la comunicación por hacer una labor fundamental en cualquier democracia.

Apelamos a la ciudadanía a que reaccione ante la vulneración continua de los derechos básicos que también les afecta, puesto que la detención de Pablo, así como los asesinatos que estamos sufriendo cada día en países como México o recientemente en el conflicto palestino, suponen un peligro para los profesionales que deberían trabajar en condiciones de seguridad.

Hacemos un llamamiento para que la presión social haga ver que una sociedad democrática no permanece callada ante el atropello a nuestros derechos. La defensa de la libertad de Pablo es la defensa de la libertad de información, tan en peligro en estos días.