Nosotrxs, Comunidad Luterana del Perú, como seguidoras y seguidores de Jesús, ante la situación política de nuestro país levantamos nuestra voz para afirmar lo siguiente:

1. Nuestra democracia y nuestra convivencia social están en juego. El gobierno de Boluarte-Otárola es responsable de las muertes de más de 49 compatriotas enmarchas anteriores y ni ha pedido perdón ni ha iniciado un proceso real para juzgar a lxs responsables, todo lo contrario. Dina Boluarte ha demostrado su incapacidad moral permanente para gobernar, por ese motivo EXIGIMOS su renuncia inmediata.

2. El Congreso de la República ha malversado fondos públicos de manera descarada a través de bonos, viajes, remodelaciones del hemiciclo, etc., ha promovido leyes inconstitucionales para cooptar toda la estructura del Estado atentando contra su autonomía, desapareciendo prácticamente la separación de poderes, pilar de la democracia representativa, permitiendo que quienes perdieron en las urnas nos gobiernen; además, sus niveles de corrupción son tales que ha blindado de manera sistemática a quienes han delinquido y a sus cómplices; es por eso que DEMANDAMOS su cierre inmediato.

3. Manifestarnos de modo público es fundamental en una democracia por tratarse de un derecho constitucional, por esa razón CONDENAMOS lo sostenido por distintas instancias del Estado, tales como la Municipalidad de Lima y los distintos ministerios que apelan a la represión armada y al terror, para intentar silenciar el repudio masivo del pueblo.

4. El racismo y el clasismo son estructurales en nuestro país, por ese motivo RECHAZAMOS la criminalización que nuestrxs hermanxs de distintos puntos del país vienen sufriendo al movilizarse y toda forma de terruqueo porque esos grupos criminales que hicieron daño a nuestro pueblo no tienen relación con nuestras legítimas demandas.

Como comunidad de fe, que cree en el Buen Vivir para todxs, participaremos en las manifestaciones sociales convocadas desde este 19 de julio porque creemos en la libertad, en el amor y en la paz que provienen de la justicia y de la verdad. Creemos que la convivencia humana y con la naturaleza, el Sumak Kawsay andino, es más importante que el crecimiento económico. Por eso acompañamos a nuestros hermanxs en la defensa de la vida, como nos corresponde en tanto comunidad de fe. El poder es del pueblo y al pueblo debe volver para encontrar los caminos que nos saquen de esta crisis.

“La justicia traerá para siempre paz, tranquilidad y confianza” (Is 32:17)