Dos listas postulan a la presidencia del Congreso. Una sirve para confirmar la alianza entre el fujimorismo, la derecha más dura y el cerronismo. Una alianza que nos hace recordar el apoyo de China al régimen de Pinochet. Una traición más del estalinismo. Es sintomático que vaya a ser un congresista cuzqueño quien encabece esta lista. Así los compañeros del sur peruano, que son la cabeza visible de la lucha contra la dictadura manejada desde el congreso estarán enfrentando a un paisano suyo. Entrevistados compañeros de la región nos dicen que es simplemente una traición. Le sigue en la nomina Hernando Guerra García que, muy posiblemente, será el que remplace a Boluarte en el caso de una renuncia o vacancia. 

La segunda lista es presidida por Luis Aragón de Acción Popular y lleva entre sus integrantes a Edgard Raymundo de Juntos por el Perú. Así las cosas la "izquierda" no solo avala la existencia de este Congreso que ha sido ilegitimado en las calles, sino que incluso quiere participar en la dirección del mismo.

Hay pues un divorcio entre la "izquierda" que se ha convertido en un instrumento del Estado y el pueblo que marcha directamente tanto contra el Congreso como contra la Presidencia. Si bien es cierto que se necesitan órganos electos también lo es que se requiere que estos sean legítimos y que efectivamente representen al conjunto de la nación. La clase política ha perdido toda capacidad moral para dirigir la nación. Está surgiendo, desde abajo, desde las provincias olvidadas, desde los obreros y campesinos, desde nuestras organizaciones, un poder popular que debe cambiar el Perú.

O estas en un lado o estas en otro. Llamamos a los compañeros honestos de los grupos de izquierda, si es que todavía queda alguno, a retirarse del Congreso.