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Rusia y los derechos humanos

Escribe: Daniel Mathews

Publicado: 2023-08-22

"El imperialismo es la época de las guerras y las revoluciones" dijo alguna vez Lenin. Y, si, si vemos el historial de los Estados Unidos y de Rusia, incluso el de Europa vemos que solo es con guerras, con invasiones a sus respectivas "áreas de influencia”, como nos llaman a los países periféricos, es que mantienen su poder.

Pero el pueblo ruso sabe como terminar la sangría que toda guerra supone. Es necesario recordar que la Revolución Rusa se hizo justamente para terminar la presencia en la I Guerra Mundial. Además, ya se vio como Estados Unidos fue derrotado en Vietnam no solo por el empuje del pueblo vietnamita sino por el movimiento pacifista interno. Esos tres días de “paz, música y amor” que se dieron en Woodstock son parte de esta historia.

Evidentemente a la mafia rusa no está interesada ni en una revolución ni en un movimiento pacifista. No está interesada ni siquiera en el desarrollo de un pensamiento crítico. Por eso Boris Kagarlitsky está arrestado desde el 25 de julio. Las fuerzas represivas, anticipándose a las protestas en defensa del escritor de izquierda, conocido tanto en Rusia como internacionalmente, lo transportaron a Syktyvkar, una ciudad remota a 1000 kilómetros al norte de Moscú

Kagarlitsky es quizás el pensador marxista más destacado en el espacio postsoviético, conocido en los círculos académicos y políticos dentro de Rusia y más allá. Como reseñan en la web “En defensa del marxismo”:

En 1988, su libro Fuente de pensamiento ganó el premio Isaac Deutscher. En los años siguientes, sus libros Dialéctica del cambio y Adiós a la Perestroika se publicaron en Londres (en inglés, y este último también se tradujo al japonés y al turco); Ruedas cuadradas: crónicas del consejo democrático de Moscú, se publicó en alemán en Berlín. En 1995, Kagarlitsky defendió con éxito su tesis doctoral sobre los sindicatos rusos en la década de 1990. Durante muchos años, fue profesor en la Escuela de Ciencias Económicas y Sociales de Moscú.

Pero no es el único preso. Ya en el 2014 Amnistía Internacional reunió 336.412 firmas pidiéndole al gobierno de Putin la libertad de los presos. Pero con la guerra se ha agudizado la represión, sobre todo a sindicalistas. El 9 de febrero de este año se consiguió la libertad del sindicalista Kirill Ukraintsev que estuvo preso desde el 25 de abril de 2022. Kirill fue juzgado y amenazado con cinco años de prisión en nombre de un artículo ultrarrepresivo del Código Penal relativo a las reuniones en la vía pública. Kirill, uno de los fundadores del sindicato Kourier que organiza la entrega de comidas a domicilio, fue arrestado el 25 de abril de 2022 en Moscú en medio de una huelga organizada por su sindicato.

Muchos artículos del Código Penal han sido fabricados para permitir la represión contra militantes y organizaciones laborales. Y el régimen los utiliza con toda la fuerza posible, sobre todo desde el estallido de la guerra, como utiliza el nuevo artículo del Código Penal inventado especialmente para reprimir cualquier comentario contra la guerra en Ucrania.

La liberación de Kirell fue producto de una campaña internacional. Pero hay que continuarla porque aún quedan muchos más sean activistas sindicales como Anton Orlov (del sindicato de trabajadores del hospital Deïstvie), el joven matemático anarquista Azat Miftakhov, y cientos de opositores a la guerra. A partir del 2019, Azat Miftakkhov, joven matemático y doctorado en la Universidad Lomonossov de Moscú, militante anarquista, fue situado en detención provisional, y después condenado a seis años de prisión sobre la base de acusaciones y de seudo-testimonios obtenidos por medio de la tortura.

Si las cosas están tan mal en la propia Rusia podemos imaginar que al otro lado de la frontera están peor. Según denuncia Amnistía Internacional

Mariano García Calatayud es un ciudadano español. En 2014 dejó Valencia y se mudó a Jersón, en el sur de Ucrania, junto a su esposa ucraniana. Trabajaba como voluntario entregando ayuda humanitaria a niños y niñas afectadas por la guerra. En marzo de 2022 participó en una protesta pacífica contra la ocupación rusa. Lo detuvieron y no se volvió a saber nada de él. Estuvo desaparecido hasta abril de 2023, más de un año después, cuando las autoridades rusas reconocieron formalmente su detención. Está recluido en el centro de detención preventiva de Simferópol, en Crimea, a más de 200 km de Jersón. Durante todo este tiempo ha estado incomunicado. Otras personas, también detenidas en el mismo centro, han sido testigos de las torturas y otros malos tratos, como descargas eléctricas y mordeduras de perro, sufridas por Mariano, que tiene 75 años.

El ejército ruso asesino a dos adolescentes ucranianos de 16 años: Tigran Hovhannisyan y Nikita Khanganov. Desde septiembre de 2022, Tigrane y Mykyta y sus familias han sido perseguidos por las autoridades de ocupación rusas. Tigrane fue secuestrado, torturado y maltratado durante cinco días. Durante seis meses, los niños fueron sometidos a una intensa presión por parte de las fuerzas de ocupación. Fueron interrogados, obligados a participar en “experimentos de investigación” y obligados a informar a la policía de ocupación todos los días. Pero la persecusión continúa aún después de muertos ya que no se quiere entregar los cadaveres a la familia.

El sindicalismo mundial debería luchar por las libertades sindicales en Rusia y Ucrania. Los partidos comunistas deberían pedir la libertad de Boris Kagarlitsky. Pero pareciera que hay mucha gente que está conforme con que Rusia mantenga su "área de influencia" con la idea de que así los Estados Unidos serán menos fuertes. Tremendo error. La única manera de acabar con los imperialismos es cambiando el mundo de fase, con el socialismo. Bandera que muchos han abandonado. 



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Anticapitalistas

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