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La Asamblea Constituyente, la CNUL y el movimiento popular

Escribe Daniel Mathews

Publicado: 2023-12-01

Lo normal en nuestro sistema político es que un grupo de poder, la clase política, participe activamente en el desarrollo de nuestra vida pública y que el pueblo solo sea llamado cada 5 años a decidir si gobernaran los rojos, los naranjas o los morados. Sin embargo esta formula no da para más. Lo vimos en el corto periodo de Castillo. Los que no pedían que se cierre el Congreso, exigían nuevas elecciones. Querían patear el tablero porque habían perdido el juego.

Para que no se vuelva a repetir la derecha ha cambiado totalmente las reglas de ese juego. Como en los 90 se impodra una continuidad mafiosa que hará las cosas a su medida. Vemos como se viene cambiando la Constitución del 92 -esa que tanto defienden de la boca para afuera- y se pretende tomar el control de los organos electorales. Con más de 50 artículos cambiados ya podemos hablar de la Constitución del 2023.

Pero se han encontrado con una dificultad. Ese pueblo al que llamaban cada 5 años ha decidido ser él quien ponga las reglas. Y para eso quiere convocar una Asamblea Constituyente. Ojo, no quiere que el gobierno la convoque, no quiere que las cosas vengan desde las alturas. De lo que habla es de un gran debate en los barrios, los sindicatos, las regiones, que termine en la construcción de un nuevo pacto social desde el poder popular.

Hay compañeros que no aceptan esta logica. No logran salir del esquema de siempre. Piden que se repita la dinamica de nuevas elecciones en las que el movimiento social vuelva a ser una masa informe que se limita a poner un papelito en un tacho. Están dispuestos incluso a aceptar las reglas de juego de la derecha. . No hay otras reglas que las que ya han sido diseñadas. Para que hayan otras sería necesario que antes de las elecciones haya algún espacio asambleario que las cambie. Pero eso es justamente lo que no quieren.

Yo no dudo de la buena voluntad de algunos de ellos (¿todos? no se) pero el resultado de eso es previsible. Las nuevas elecciones desviara el río por otros cauces y ya no se hablara de poder popular sino de candidatos. Obviamente con esas reglas van a perder. Pero una vez que las regiones regresen a sus casas se logrará la estabilidad necesaria, el "como siempre".

Y lo dicen una y otra vez. "Siempre" se ha cambiado un gobierno por otro con elecciones. "Siempre" ha sido un gobierno el que ha llamado a constituyente. "Siempre", "siempre", "siempre". Lo bueno es que no estamos "como siempre". Al movimiento social ya no le basta votar, ahora quiere decidir. Y sabe que no hay reglas fijas. Sabe que existe la posibilidad, la necesidad, de que la Asamblea Constituyente además de ser popular (organizada desde abajo) sea soberana (ejerza el poder).

Quizá no muchos de los movilizados lo sepa. Pero no sería la primera vez en la que una asamblea popular ha ejercido la soberanía. La Comuna de París asignó a los miembros del consejo comunal puestos de tipo ministerial, en vez de crear un presidente y un gabinete separados de la legislatura. Como recuerda Bruno Leipold

Para Marx, el poder ejecutivo excesivo era todavía más peligroso que los representantes distantes y alejados del pueblo. Criticaba especialmente la Constitución francesa de 1848 (que fundó la Segunda República) y condenaba al documento por plantear la figura de un presidente, elegido directamente, que gozaba del derecho de absolver criminales, pasar por encima de los consejos locales y municipales, iniciar tratados extranjeros, y, más grave todavía, designar y despedir ministros sin consultar a la Asamblea Nacional. Marx insistía en que esto generaba un presidente con «todos los atributos de la realeza» y una legislatura que perdía «toda influencia real» sobre las funciones del Estado.


Así que no estamos "como siempre" y se trata de ser creativos. No podemos retroceder


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Anticapitalistas

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