A Netanyahu no le interesan los judíos. No le afectan los rehenes porque sino negociaría, no le importan los jóvenes a los que manda a matar y morir, menos los judíos que nos negamos a vivir en el gueto israelí y a los que la opinión mundial nos mira como si algo tuviéramos que ver con el genocidio. En verdad es el Estado de Israel el responsable de la violencia de Hamas. Si alguien se mete a mi casa, viola a mi mujer y a mi hija, asesina a mi padre y a mi hermano ¿quieren que le haga cariños? Nosotros no nos sentimos con ninguna autoridad moral para reclamar a Hamas por su violencia mientras exista Israel y cuando los sionistas se vayan estamos seguros que no habrá más violencia.

Pero en esta nota no queremos hablar del genocidio. Queremos aclarar algunos temas que suelen ser oscuros para la población no judía

1. Los judíos no somos un pueblo como dice el sionismo. Somos, si, una religión. Pero ¿cómo podría considerarme yo del mismo pueblo que los judíos alemanes, norteamericanos o asiáticos con los que no podría ni conversar porque no entiendo sus idiomas? Nosotros somos parte del pueblo peruano, como lo son católicos, evangélicos, musulmanes, ateos o budistas. Podemos hablas de LOS pueblos judíos, pero nunca en singular.

2. El sionismo no es una corriente religiosa. Es un programa político colonial europeo, creado por Theodor Herzl en el siglo XIX y que proponía que se tomaran tierras en algún lugar del mundo. En realidad, no les importaba mucho que fuera Argentina, Uganda o cualquier otro sitio. Ya veremos por qué fue Palestina. Les adelantamos que no fue por motivos religiosos.

3. El sionismo no está integrado solo por judíos. Es más, la mayoría de sionistas no es la comunidad judía sino los fundamentalismos evangélicos. Sostienen que la segunda llegada de Jesús necesita que exista Israel. Y debemos ser claros al afirmar que no todos los evangélicos son fundamentalistas, como no lo son todos los musulmanes.

4. No todos los judíos son semitas. En primer lugar, porque las razas no existen, somos seres humanos no perros. Pero, además, porque al pertenecer a distintos pueblos, vamos tomando las variedades étnicas de ellos. En todo caso el antisemitismo es esa política que supone que los judíos europeos tienen derecho sobre tierras árabes. La idea de un Estado identificado con una raza no tiene nada que ver con el judaísmo sino con el nazismo.

5. La existencia de Israel es verdad que es una agresión contra el pueblo palestino. Y cuando decimos pueblo palestino nos referimos a gente de varias religiones, incluida la nuestra, los judíos palestinos son ciudadanos de segunda categoría en su propia tierra. Pero también es parte del desalojo de judíos de Europa practicada en primer lugar por los nazis y luego por los “aliados”.

En este último punto nos tenemos que detener. Durante mucho tiempo corrientes políticas europeas propiciaron la persecución de las comunidades judías de sus respectivos países. La idea era eliminar el judaísmo de Europa. Como sabemos los nazis eran los más anti judíos aunque no los únicos. Pero no siempre usaron cámaras de gas y métodos genocidas. La primera política nazi por la eliminación de judíos europeos fue su traslado. En eso tuvieron como aliados, se entiende claramente por qué, a los sionistas. Los primeros barcos que trasladaron judíos a Palestina, casi como ganado humano, llevaban como insignia la esvástica. Fue, como dijimos en las primeras líneas de este artículo, el mayor gueto nazi.

No es cierto que terminada la Segunda Guerra Mundial haya venido un tiempo de armonía. Ni la conferencia de Potsdam ni la creación de las Naciones Unidas fueron operaciones sencillas. Los “aliados” en verdad eran enemigos que se repartían el mundo. Pero los ausentes fueron los árabes. Y entonces había que crear un espacio de ocupación colonial en medio de esos ausentes. Los siguientes ocupantes de Palestina fueron llevados bajo banderas estalinistas e imperialistas. Es cierto que ahora ya no solo era un gueto, sino que le daban categoría de Estado. Pero, 1) seguía siendo la política de expulsión de judíos de Europa; 2) no tenía nada que ver con nuestros intereses, sino que nos ponía al servicio de la política de la Guerra Fría.

El problema es que crearon un monstruo. El Estado de Israel, ya sea como gueto o como policía imperialista, no puede vivir sino en medio de violencia. Los judíos europeos deben regresar a sus territorios y los palestinos de la diáspora volver al suyo. Los palestinos, más allá de divisiones religiosas o étnicas, deben formar un solo estado. Un Estado en cuyo interior se pondrán de acuerdo sobre las normas de convivencia para construir una sociedad solidaria.