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Forjando la unidad contra la dictadura

Publicado: 2024-07-31

Ha pasado una semana entera de movilizaciones. Dos días en las regiones y otros tres en Lima. Desde la dictadura de Morales Bermúdez no habíamos visto algo así. Y menos en un momento en que los partidos de izquierda, casi unánimes, nos hablan de un reflujo del movimiento social. No existe la contundencia de Chile donde se obligó a un gobierno de derecha a llamar a Asamblea Constituyente o Colombia que preparó el triunfo de Petro y Márquez. Pero hablar de reflujo en estas condiciones es negar lo evidente.

EL PROTAGONISMO ES DE LAS REGIONES

La clase política limeña se vio afectada por el triunfo de un cajamarquino. Inmediatamente hablaron de fraude y comenzó la campaña por la vacancia. Castillo no cumplió con su pueblo. No llamó a Asamblea Constituyente, no cerró el Congreso, no se basó en la movilización social. Cuando hay un empate el primero que mete gol gana. Nombraron a una Fiscal de la Nación a la que nunca se le encontró la tesis de graduación y que duro el tiempo necesario para vacar a Castillo. Los partidos de derecha e izquierda se pusieron de acuerdo en que eso era necesario. El pueblo vota mal, había dicho Mario Vargas Llosa.

Lo que no esperaba la clase política limeña era la respuesta de las regiones del sur. Apurímac, Ayacucho, Cuzco, Arequipa se fueron levantando uno tras otro reclamando que gobierne el presidente que ellos habían elegido.Se trataba de una reivindicación democrática no vista antes. Habíamos tenido varios presidentes vacados, pero ninguno logró mover a la población más allá de Lima. Pronto la reivindicación democrática se radicalizo: no se trataba de cambiar las figuritas del álbum de presidentes, había que cambiar el álbum mismo, era necesaria una Asamblea Constituyente que cambie las reglas de juego y lograr un Perú plurinacional. 

La “democracia quinquenal”, esa que consiste en cambiar presidente cada 5 años, se ha agotado. No solo que el gobierno y el congreso tienen un porcentaje ínfimo, sino que el desprestigio abarca a toda la clase política. Según la última encuesta IPSOS el 22% de electores que votaría en blanco o viciado, y el 31% no precisa sus preferencias. En otras palabras, más de la mitad de la población es indiferente hacia el proceso electoral o indecisa frente a él

Las marchas de esta semana nos indican que el protagonismo lo siguen teniendo las regiones. Fue en las regiones donde se dieron las primeras movilizaciones, el 25 y 26 de julio. Fueron las regiones las que decidieron venir a Lima. Fueron ellas las que nos convocaron a los limeños a marchar.

La conferencia de prensa antes de las marchas fue un retrato de lo que pasa en el Perú: los diferentes conflictos de agricultores en contra de la minería que invade sus tierras; la defensa de la gratuidad de la educación; la no privatización del agua; la defensa del mar de Chiclayo contra las petroleras; las agresiones que sufren las defensoras de derechos humanos de parte de bandas delincuenciales fujimoristas. Y, entre todas esas banderas, la solidaridad total con Palestina en contra del genocidio. 

LOS FAMILIARES DE LAS VÍCTIMAS

En estos años de dictadura ha nacido un nuevo contingente en las regiones. Los familiares de las víctimas.

El costo de la imposición de este gobierno ha sido la muerte de muchos ciudadanos. Según la fiscalía se trata de 44 asesinados y 116 personas que resultaron lesionadas. Seguramente son más, la fiscalía necesita una comprobación muy estricta que no en todos los casos se logra. 

Además, como bien dice Amnistía Internacional, algunos casos de los lesionados podrían calificarse de intento de homicidio.

Eso ha creado una nueva bandera de lucha y una nueva organización que la levanta: justicia para las víctimas. Los policías y militares que asesinaron tienen que estar presos. Pero no solo ellos: los oficiales que dieron la orden, los que prepararon los planes operativos, los ministros de Defensa e Interior, la propia presidenta que según la Constitución es jefe suprema de las fuerzas armadas y policiales. Con ese argumento es que se sentenció en su momento a Alberto Fujimori.

Los familiares de las víctimas han venido ya antes a Lima, en mayo. En esa fecha lograron avances significativos en la acusación. Pero seguía siendo un proceso solo contra personal de tropa. Ahora han conseguido que se llegue hasta las responsabilidades de la propia Dina Boluarte. Cada paso de la justicia es una conquista de ellos.

Lamentablemente hay organizaciones políticas y ONGs que quieren separar a los familiares de los movilizados de las regiones. Ofrecen apoyo a unos y no a otros. No se pronuncian sobre la acusación penal que, en contra de Lucio Ccalla, ha presentado el congresista Montoya. Felizmente en la conferencia de prensa de la CNUL si se pronunciaron en respaldo de la también acusada Veronika Mendoza, marcando una diferencia. Pero, aún así no pueden impedir la unidad.

UN SINDICALISMO DIFERENTE

Pero no podría haber ese protagonismo de las regiones si no hubiera un pueblo que lo recepcione en Lima. Lo primero que tenemos que destacar es el rol del Sindicato Único de Trabajadores de SEDAPAL, SUTESAL. Mientras la CGTP pretende rebajar las banderas reivindicativas al nivel aceptable incluso por el gobierno, los/as compañeros/as de SUTESAL entienden que en momentos de ofensiva neoliberal sus derechos no están asegurados sin una intervención política que reúna a todo el pueblo. El dicho de que la clase trabajadora es la dirección de la nación no es solo una formula marxista, es algo que se expresa en acciones y organización. El Frente por el Agua es la concreción de esto. Ante el intento del gobierno de privatizar el servicio de agua desde las fuentes mismas se ha construido un gran movimiento que incluye a las poblaciones urbanas, pero también a las Juntas de Regantes y, por tanto, a la Confederación Campesina del Perú.

Hay otras experiencias en Lima que apuntan en una dirección distinta a la tradicional. Los “colectivos” que últimamente están en la campaña por vacar a López Aliaga del municipio de Lima, la Red de Trabajadores del Arte y la Cultura que pone a este sector social en movimiento, diversos activistas en los llamados “conos”, los barrios de la clase trabajadora, que han formado Las Limas. No todo lo que brilla es oro. Esta ciudad que alberga a la clase política y sus taras también tiene un pueblo marginado y explotado. Tanto o más que las regiones. También está tomando un nuevo protagonismo. Incluso por encima de los partidos donde algunos de sus activistas militan.

Parte de este protagonismo es la formación de organizaciones que en los barrios hacen campaña por la Asamblea Constituyente. Es Villa El Salvador, San Juan de Lurigancho y otros espacios vemos estos comités que discuten, arman foros, se organizan en torno a una bandera común.

LA DICTADURA contaMINA

El próximo encuentro de la CNUL será en el Valle del Tambo. Por primera vez no será en capital de región. Resulta muy significativo porque es un valle histórico que ha tenido varios muertos en defensa de la naturaleza en contra de proyectos mineros. Más aún porque en el discurso presidencial quedó clara la importancia que la dictadura le da al proyecto Tía María:

El proyecto tiene una importancia vital para el relanzamiento de la inversión minera en el Perú y para la consolidación del clima de inversión en general.  

En la marcha se vio varios grupos ecologistas que están dispuestos a sumarse a la defensa del Valle del Tambo sabiendo que cada valle que conservamos es vital para la conservación del planeta entero. Venceremos. Al próximo encuentro (30 y 31 de agosto) Ven, Seremos. 


Escrito por

Anticapitalistas

Espacio de lucha y reflexión


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